Iza Święcicka
La Navidad es una de las fiestas más familiares y mágicas del año. Para muchos es el único momento en el cual uno puede reunirse con todos sus seres queridos alrededor de una mesa, donde reinan los platos y los dulces más típicos de estas fechas, para disfrutarlos en buena compañía. Por esa razón es importante que no falte un buen vino que los acompañe. Además, la Navidad es un momento para regalar y descubrir el mundo del vino, y una botella de vino como regalo siempre es buena opción. Entonces nos hemos acercado a diversas enotecas, a varios sumilleres y algunos establecimientos hosteleros para preguntar acerca de los vinos que recomendarían para disfrutar en Navidad. Hoy estrenamos este artículo en tres partes, con las opiniones de los propietarios de algunas enotecas alicantinas. Éstas han sido sus recomendaciones:
Pedro Ruiz Belda, Tiza y Flor (c/ César Elquezabal 31, Alicante)
Como soy un amante de las burbujas y los vinos espumosos son muy dados a las fiestas, mi elección es un Jacques Selosse Brut Substance, un champagne muy distinto del resto de espumosos que conozco. Es un champagne elaborado cien por cien Chardonnay por Anselme Selosse, un bodeguero que está muy influenciado por las filosofías orientales del equilibrio y del espíritu. Es biodinámico totalmente. Él no habla de cepas sino de individuos. Y trata a cada individuo como si fuera una persona.
De este champagne se hacen solo 3.000 botellas al año. Otra peculiaridad que tiene es que la crianza de los vinos que forman parte de esta botella se crían mediante el sistema de criaderas y soleras, igual que en Jerez, con lo cual tiene unos aromas únicos. Nunca he visto en un espumoso algo parecido a esto. Son aromas a bollería como si fuera la corteza de un pan gallego recién horneado. No es un croissant mantequilloso, sino más bien un pan de corteza dura y gruesa. Presenta también aromas muy oxidativos. Es un vino de un color amarillo oscuro. Además, tiene una complejidad tremenda. Una animalada de vino. Por desgracia tiene un precio que no todos los mortales se pueden permitir ya que ronda los 200 euros la botella. Sin embargo, es el champagne que todo amante de estos vinos debería pagar una vez en la vida. Hay mucha demanda, pero el problema es que la producción es muy limitada.
Además, para una nochebuena de ensueño sería ideal acompañar este champagne blanc de blancs del que estamos hablando con un blanco Chablis Grand Cru Les Clos, un Penfolds BIN 389 australiano de Cabernet Sauvignon y Shiraz, un riojano La Nieta 2011 de Viñedos de Páganos propiedad de la familia Eguren puntuado con 96 puntos Parker y, finalmente, un alemán para darle un punto dulce, un Dönnhoff Spätlese de la zona de Nahe, cien por cien Riesling de viñedo Brucke con un toque de azúcar residual.
Vicente González, Va de Vins (c/ Castaños, 33, Alicante)
Mi primera recomendación es un vino blanco de la bodega Vinos Sanz que se llama Finca la Colina 2013. Es un vino monovarietal de Verdejo que armoniza muy bien con los mariscos que se consumen en estas fechas. Las uvas para su elaboración proceden de cepas viejas seleccionadas. Visualmente es amarillo con reflejos verdosos. Tiene una nariz intensa y compleja con matices balsámicos, herbáceos y notas frutales. Presenta amplia estructura gustativa y es muy sabroso. Su temperatura de servicio se sitúa entre 9 y 11°C.
A continuación el cava Freixenet Reserva Real, una cuvée al estilo de Champagne que fue presentado en el año 1987 con ocasión de la visita de los Reyes de España a Freixenet. Tiene una crianza de más de 30 meses y que siempre se elabora en brut. Un cavas que marida a la perfección con los platos contundentes que se sirven en Navidad.
Y para el postre no puede faltar el Casta Diva Cosecha Miel, un vino de Moscatel muy típico de Alicante elaborado por la bodega Gutiérrez de la Vega que acompaña perfectamente a los turrones y los dulces navideños después de una comida o cena. Visualmente es dorado brillante. Tiene un potente aroma con notas cítricas, pero también de pastelería, almendras tostadas y rosas. También notas especiadas por su crianza en barrica. En boca es un vino equilibrado donde persiste el sabor especiado de la nariz, así como las naranjas amargas. Recomendaría servirlo entre 12 y 15°C de temperatura.
María José Lara, Vinart (Plaza Gabriel Miró, 22, Alicante)
Para los mariscos que se consumen en estas fechas me llevaría un Sauvignon Blanc de Rueda como el José Pariente. Es un vino blanco sin crianza muy aromático, fresco y elegante. De color amarillo pálido con reflejos verdosos, tiene una nariz compleja con notas vegetales y frutas exóticas, además de un pequeño toque mineral. En boca es intenso, estructurado y persistente, redondo. Para conseguirlo se debe servir a unos 7 °C de temperatura.
Y como ahora está tan de moda, si esta Nochevieja se quiere festejar con sushi, el vino que le va perfecto es el vino blanco Marieta de Martín Códax (D.O. Rias Baixas). Es el primer semi seco elaborado con Albariño con 12 grados de alcohol y unos 14 gramos por litro de azúcar residual. Es un vino amarillento limón, con una nariz intensa a frutas blancas como la pera o la manzana y un fondo cítrico persistente, que continúa en boca. Su temperatura de servicio ideal es 10 °C.
Para los platos de carne y los aperitivos, recomendaría un vino de Toro como El Pícaro de bodegas Matsu. Es un roble de capa muy alta y color morado, que en nariz es fruta negra con ciertas connotaciones minerales. En boca es goloso y persiste la fruta madura, con una muy buena acidez.
Y para el postre no puede faltar un Fondillón de cualquiera de las bodegas que lo elaboran en la provincia ya sea Primitivo Quiles, Santa Catalina del Mañán, El Culebrón o Salvador Poveda por citar alguna. Este vino es muy típico de Alicante y a su vez es un gran desconocido. El Fondillón tiene una nariz compleja y en boca es fresco y abocado lo que lo convierte en el acompañante ideal de turrones y otros dulces navideños.
La Bodega Alicantina 